La invitación de
Ángel Puente a participar en
el meme propuesto por Charo en su
blog, me llega después de haber leído las propuestas de colegas y amigos. Poco queda por decir tras
las respuestas dadas pues comparto la mayor parte de sus observaciones.
Desde aquí quiero agradecer a
Ángel la posibilidad de participación que me ofrece ya que mi respuesta al meme está fundamentada en la necesidad de compartir y colaborar ante el reto que supone la introducción de las TIC en las aulas.
El punto de partida es el siguiente:
Imagina que tienes un colega que imparte tu misma asignatura y quiere incorporar las TIC en su asignatura para el curso que viene. Viene a ti, ya que le suena que tú tienes un blog y enredas con estas cosillas, en busca de consejo. ¿Qué le dirías? ¿Cuáles serían las claves para que tu compañero tuviese éxito en esta tarea?
Lo primero que se me ocurre es que lo invitaría al
2º Encuentro de Edublogs. Creo que una buena dosis de "inmersión" acabaría con cualquier resquicio de escepticismo, si es que lo tuviera.
Mi colega en cuestión, ya que nos movemos en el terreno de la hipótesis, quiere incorporar las TIC en su materia, pero se trata de alguien no muy convencido, ni siquiera le atrae demasiado el uso de Internet, pero cuando habla conmigo, por encima de todo, manifiesta su preocupación por ofrecer en sus clases, alternativas al modelo tradicional aunque, siguiendo con la suposición, no acaba de creer que la introducción de ordenadores en el aula sea la solución a uno de los principales problemas educativos; la falta de motivación de los alumnos por aprender.
Sabe de mis proyectos con los blogs de aula porque en nuestro instituto se habla de ellos y porque yo procuro informar de lo que hago, pero no los conoce a fondo.
Hasta el momento no había pensado en la posibilidad de incorporar las TIC en sus clases, pero motivado, quizá, por la aparición del nuevo
Decreto de enseñanzas mínimas, se plantea que el departamento de Lengua y Literatura debería buscar la vía para tratar de incorporar las TIC en nuestras programaciones de aula y garantizar de esta forma que los alumnos de Secundaria accedieran a la formación tecnológica de la que se habla en lo que será el nuevo currículo.
Si nuestro instituto no dispusiera de las infraestructuras necesarias para llevar a cabo el objetivo de integrar las TIC en las distintas materias, lo primero sería diseñar algún plan que nos permitiera disponer de equipos informáticos en las aulas. Se me ocurre que una estrategia sería la de tratar de convencer a compañeros de otras áreas para solicitar conjuntamente un Proyecto que incluyera la dotación de ordenadores, la asistencia técnica y la formación del profesorado. En el ámbito de la Comunidad Valenciana, esta realidad es posible mediante la solicitud de un aula
Lliurex, por lo que tendría que realizarse el
Proyecto, solicitarlo, ponernos en contacto con los responsables y comenzar nuestra propia andadura en un nuevo sistema operativo, nuevo para la mayor parte de enseñantes.
Escribir un Proyecto de estas características requeriría la implicación del grupo de trabajo en una serie de decisiones que irían desde las puramente organizativas; ubicación del aula, horarios de uso, normas en general, hasta las específicamente didácticas y que afectarían a cada una de las áreas de conocimiento, pasando por las de nuestra propia formación como usuarios.
Implicaría también la coordinación y el trabajo conjunto de los profesores en las tareas formativas, el diseño de estrategias de actuación, la búsqueda de soluciones a los problemas que fueran surgiendo, etc.
En definitiva, mi propuesta, partiría de cero porque, abandonando lo hipotético y ciñéndome a lo real, la situación que analizo es la más parecida a la realidad en la que me muevo.
No descartaría, por supuesto, solicitar un curso de formación en el propio centro para iniciarse en el conocimiento básico del sistema operativo que se va a utilizar aunque también podría recurrirse a la autoformación a través de los cursos disponibles en el
portal sobre el uso de Lliurex.
Para que la integración de las TIC en el aula sea significativa, debe convertirse en una opción consensuada por el claustro de profesores. La implicación de los centros educativos en una nueva cultura, la de la "sociedad del conocimiento" debería realizarse desde modelos distintos a los actuales, por ejemplo, tratando de dinamizar procesos de trabajo, posibilitando el intercambio, la comunicación y las actuaciones conjuntas.
La preocupación de mi colega por la educación puede encontrar respuesta en el propio quehacer de cualquier Proyecto similar al que propongo pues nos situaría en el plano de la actividad humana y profesional,
única vía para aprender y poder enseñar.
Tratándose de las TIC,
el aprendizaje para el uso adecuado de estas herramientas no consiste únicamente en poseer una serie de destrezas técnicas sino en aprender a utilizarlas dentro de grupos y comunidades, sólo aquí, la formación y la cultura adquieren auténtico sentido. Creo que si concebimos la educación como espacio para el trabajo y el intercambio de conocimiento, disponemos de un lugar privilegiado para abordar la formación desde lo que se denomina "trabajo colaborativo".
El compromiso para ayudar a mi colega a introducir el uso de las TIC en el aula, lo concibo ligado a dinámicas similares a la que acabo de describir. A lo mejor, no estaríamos tan solos, podríamos aprender unos de otros, intentaríamos resolver juntos los problemas que surgieran, compartiríamos objetivos educativos, hablaríamos de nuestros proyectos en el aula...
Por último y para intentar acabar el meme como prescriben sus propias reglas, intentaré pasarlo a alguien:
Sin ánimo de molestar y, por supuesto, siempre que le apetezca, paso el testigo a
Isabel Leal, de
La clase abierta.