Siempre me han gustado las libretas, los blocs, los cuadernos... Suelo llevar alguno en el bolso, en la guantera del coche por si surge una idea, algo que atrae mi atención, el título de una película, una canción oída en la radio, el nombre de algún autor desconocido. De pequeño formato, manejables, encuadernados en cartón o hule y hojas en blanco, rayas o de colores me permiten recuperar esos momentos que, al final del día, quedarían en el olvido si no hubieran tomado forma en una anotación, un nombre o una frase.
Si releo fragmentos, títulos, nombres e incluso alguna deuda saldada, inmediatamente se reconstruye la imagen de lo que era y hacía en esos momentos. Sin ninguna otra pretensión que la de recordar lo que observo o tal vez influida por los gestos de escritores que afirman utilizarlos, lo cierto es que me gusta, de vez en cuando, comprar uno y empezar a escribir.
El que tengo sobre la mesa de mi estudio, en estos momentos, adquirido en una reciente escapada a Lisboa tiene título: Caderno. Caligrafia.
Se puede ver en la web de Publicaciones Serrote, hojear e incluso oír las máquinas de la imprenta que con tanto cariño los convierten en pequeñas joyas tipográficas.
2 comentarios:
espero que lo recibais pronto
un saludo
y feliz navidad
A ti también te deseo que pases unas muy felices navidades.
Publicar un comentario